[:es]



HISTORIA DE CHILOÉ
La historia de Chiloé se inició con la llegada de los primeros seres humanos al territorio chilote hace más de 5.000 años.Por toda la costa este de la Isla Grande existen conchales, es decir, depósitos de conchas de moluscos por acción humana, acompañadas de herramientas de piedra y huellas de fogatas. Ocasionalmente también aparecen esqueletos de aves marinas y en ciertos casos, también de seres humanos.
Todos estos restos señalan la presencia de grupos nómadas dedicados primariamente a la recolección de mariscos y secundariamente a la caza y la pesca. Estos sitios arqueológicos fueron dañados seriamente durante el maremoto de 1960.
Los chonos son los primeros habitantes conocidos del archipiélago. El nombre designa a uno o varios pueblos nómadas marinos de baja estatura que habitaban desde Chiloé hasta el Golfo de Penas y que parecen haber estado relacionado con otros pueblos canoeros australes, como los alacalufes o kawésqar.
Recorrían el mar interior de Chiloé y atravesaban el golfo Corcovado hasta los archipiélagos de los Chonos y las Guaitecas en embarcaciones de tres tablas, llamadas dalcas, y se asentaban temporalmente en sitios resguardados de los vientos, que pueden reconocerse por la presencia de sus conchales. Se dedicaban a la recolección de mariscos y a la caza de lobos marinos.
Se postula que su principal sistema de cocción de alimentos, por medio de piedras calientes dentro de un hoyo cubierto luego con hojas de pangue, sería el antecesor del curanto. Se vestían con pieles de lobo y mantos tejidos con pelo de perro.Los chonos fueron desplazados hacia el sur con la llegada de un pueblo sedentario desde el continente. Se trataba de los huilliches que buscaban nuevos lugares de asentamiento, posiblemente por el empuje de los mapuches de más al norte. Las relaciones entre chonos y huilliches no siempre fueron pacíficas, pero a mediados del siglo XVI ya se había producido una mezcla étnica y cultural entre ambos grupos.
De este modo, los chonos comenzaron a practicar incipientemente la agricultura, principalmente de la papa, mientras que los huilliches adoptaron costumbres marineras de los chonos, principalmente el uso de la dalca. Con la llegada de los españoles, los chonos se trasladaron hacia zonas más alejadas.La llegada de los conquistadores españoles a América ocurrió en 1492. En 1540, la nave de Alonso de Camargo avistó las costas de Chiloé mientras viajaba al Perú.
Años después, Pedro de Valdivia organizó una expedición con el fin de recolectar información geográfica. Puso al mando de la expedición al capitán Francisco de Ulloa, quien llegó al Canal de Chacao en 1553, y recorrió las islas del archipiélago. Él es considerado el primer europeo en conocer Chiloé.
En 1567 comienza el proceso de conquista en Chiloé por orden del gobernador Rodrigo de Quiroga. El designado para cumplir la tarea fue su yerno, Martín Ruiz de Gamboa, quien llevó consigo 110 hombres pertrechados para asentarse en las nuevas posesiones. Cruzaron el canal de Chacao en cuatro días usando dalcas, tardaron este tiempo pues aparte de si mismos y sus enseres, debían hacer atravesar a sus caballos atados a las embarcaciones.
Ruiz de Gamboa consideró adecuado fundar una ciudad junto al río que los indígenas llamaban Quilque (actual río Gamboa), y la bautizó como Santiago de Castro, mientras que la isla fue llamada Nueva Galicia, pero ese término no prosperó y se mantuvo la voz huilliche Chiloé. Después de repartir a los indígenas en encomienda y dejar establecidas las demás instituciones pertinentes, Ruiz de Gamboa retornó al continente a seguir combatiendo en la Guerra de Arauco.
Durante el siglo XVII los habitantes de Castro sufrieron reiterados ataques de corsarios holandeses. Los españoles solicitaron repetidas veces despoblar la isla a causa de la miseria y el aislamiento en que decían vivir, pero no se les concedió por la relevancia estratégica que este asentamiento tenía para España, en efecto, a Chiloé se le denominaba comúnmente como “La llave del Pacífico”.
En los primeros años los mercedarios y franciscanos estuvieron a cargo de la evangelización. En 1608 llegaron los primeros jesuitas, y en 1612 fundaron la primera iglesia en Castro para evangelizar a los nativos, para posteriormente continuar construyendo capillas por todo el archipiélago, la mayoría por cierto a través de la utilización del sistema indígena de trabajo llamado minga; en efecto para 1767 ya había 79, y hoy se pueden encontrar más de 150. Tras la expulsión de los jesuitas en 1767, la Orden Franciscana asumió la asistencia religiosa del archipiélago.
Producida la independencia de Chile, bajo el gobierno de Bernardo O’Higgins, lord Cochrane, después de haber asaltado y tomado la ciudad de Valdivia (1820), se dirigió a Chiloé y asaltó el Castillo de San Miguel de Agüi, pero fue rechazado y derrotado tuvo que reembarcar y dirigirse a Chile. Este primer éxito militar animó al gobernador de Chiloé don Antonio Quintanilla a organizar la defensa de la provincia, que continuaba fiel a la monarquía, y así pudo derrotar a una nueva expedición chilena, dirigida por el director supremo Ramón Freire, en la Batalla de Mocopulli el 1 de abril de 1824.
Dos años más tarde Chile organizó un ejército expedicionario con el objetivo de anexar Chiloé y esta vez, tras las batallas habidas en los campos de Pudeto y Bellavista el 14 de enero de 1826 y del retiro de las tropas chilotas hacia el interior de la provincia, se acordó una tregua. Finalmente, se convino un tratado, el Tratado de Tantauco, firmado por los comisionados de ambos ejércitos en el puente de San Antonio.Después de la independencia, Chiloé se vio beneficiado con la apertura del comercio y fue centro de abastecimiento de los balleneros extranjeros.
Desde mediados del siglo XIX y hasta principios del siglo XX fue el principal productor de durmientes para ferrocarriles en todo el continente. A partir de entonces comenzaron a formarse nuevos pueblos para dedicarse a la industria, así nacieron Quellón, Dalcahue, Chonchi y Quemchi. Desde 1895 se fueron entregando tierras a colonos alemanes, ingleses, franceses y españoles, también a grandes industrias productoras.Con el auge de la ganadería se comenzó a ocupar la zona interior de las islas, pues antes sólo se ocupaban las costas.
Con la construcción del ferrocarril entre Ancud y Castro en 1912 se completó la ocupación de las tierras interiores de la isla. Éste ferrocarril fue destruido por el terremoto de 1960.A finales del siglo XX, las nuevas empresas de acuicultura, como las salmoneras, trajeron beneficios para los chilotes, como la generación de empleos, pero también problemas, como la alteración y contaminación de los ecosistemas.En 1972 se presentó por primera vez el proyecto de construcción de un puente que permitiera unir la Isla Grande con el territorio continental.
Este proyecto ha generado mucha polémica y de momento no se ha concretado.



HISTORY CHILOÉ
The history of Chiloe began with the appearance of the first human beings on the Chiloe territory over 5,000 years ago.
Along the entire coast of the east side of the Big Island there were what in Spanish are called “conchales” which are deposits of mussel shells made by humans accompanied by rock tools and traces of bonfires. Occasionally marine birds skeletons are found, and every now and then human skeletons too.
All of these traces demonstrate the presence of nomadic groups dedicated specifically to the recollection of seafood, fishing and secondarily to hunting. These archaeological sites were seriously damaged by the tsunami in 1960.
The “chonos” are the first habitants known in the archipelago. The name represents one or various nomadic marine groups of low height who lived in Chiloe up on to the “Penas Golfo” which appear to have been related to other canoeist southern people like the “alacalufes” or “kawesqar”. They would sail among the ocean surrounding Chiloe and would cross the Corcovado Golfo up to the archipelagos of the Chonos and the Guaitecas in boats made out of three planks known as “dalcas”. Evidence of “conchales” show that they would remain in certain spots temporarily to protect themselves from the winds. They dedicated their work to the recollection of seafood and sea lion hunting.
There is a hypothesis that says that the way “chonos” cooked their food was through hot rocks in a whole covered with “pangue” leaves, which would be the predecessor of what is currently known as “curanto”. They would dress with wolf skins and blankets made out of dog hair.
The “chonos” were displaced to the south with the arrival of a sedentary group that came from the continent. This group was known as the “Huiliches” who were looking for a new place to stay possibly pushed by the “mapuches” who were coming from the north. The relationship between the “chonos” and the “huiliches” wasn’t always pacific though by the mids of the XVI century there had been both an ethnic and cultural mixture between both groups. Due to this mixture the chonos began to practice incipient agriculture, mainly of the potato, meanwhile the “huiliches” adopted marine costumes from the “chonos”, mainly the use of the “dalcas”. With the arrival of the Spanish the “chonos” moved towards more remote areas.
The arrival of the Spanish conquerors to America happened in 1492. In 1950, the ship of Alonso de Camargo sighted the coasts of Chiloe while they were traveling to Peru. Years after, Pedro de Valdivia organized an expedition with the goal to recollect geographic information. He named the captain Francisco de Ulloa to be in charge of the expedition, who arrived to the Chacao Chanal in 1553 and toured the islands of the archipelago. He is considered as the first European to know Chiloe.
In 1567 begins the process of conquest of the Island of Chiloe under orders of the governor Rodrigo de Quiroga. The one who was assigned to complete the task was his son in law, Martin Ruiz de Gamboa, who took with him 110 men equipped to settle in the new lands. They crossed the Chacao Chanal in four days using “dalcas”, taking many days because not only did they have to cross with their possessions but they also had to cross with their horses.
Ruiz de Gamboa considered appropriate to found a city besides the river which the natives named “Quilque” (current River Gamboa) and he baptized it “Santiago de Castro”, meanwhile the island was named “New Galicia”, though this name did not prosper and the “hiuliches” language preserved keeping the name Chiloe. After distributing the natives and establishing the necessary institutions, Ruiz de Gamboa returned to the continent to continue fighting in the “Arauco War”.
During the XVII century the Chiloe habitants suffered repeated attacks from Dutch Pirates. The Spanish requested to depopulate the island due to the misery and isolation the habitants claimed to live, though this was never granted due to the strategic relevance this settlement had to Spain, in effect, Chiloe was known as “The Key to the Pacific”.
During the first years the mercenaries and Franciscans were in charge of the evangelization. In 1608 the first Jesuits arrived, and in 1612 they founded the first church in Castro to evangelize the natives, to then continue to build more churches around the entire archipelago, most of them using the native system of work called “minga”; in effect by 1767 there were already 79 churches built and today you can find more then 150. After the expulsion of the Jesuits in 1767, the Franciscan Order assumed the religious assistance of the island.
Following the independence of Chile, under the government of Bernardo O´Higgins, Lord Cochrane, after assaulting and taking over the city of Valdivia (1820) headed down towards Chiloe and assaulted the Castle of San Miguel of Agui, though he was rejected and defeated and had to return back to Chile. This first military success motivated the governor of Chiloe, Don Antonio Quintanilla to organize troops to defend the province, which maintained faithful to the Spanish monarchy, by this they were able to defeat another Chilean expedition, directed by the Supreme Director Ramón Freire in the battle of “Mocopulli” on April 1st of 1824. Two years later Chile organized an expeditionary army with the objective of annexing Chiloe, and this time through the battles on the lands of Pudeto and Bellavista on January 14th of 1826 and the retirement of the chiloen troops a truce was agreed. Finally a treaty was signed, “Tratado de Tantauco”, by the commissioners of both armies on the San Antonio bridge.



HISTORIA DE CHILOÉ
Tout au long de la côte est de l’Île Grande il y a des collines de coquillages, c’est-à-dire, des dépôts de coquilles de mollusques par action humaine accompagnés d’outils en pierre et des traces de feu. Il y a occasionnellement des squelettes d’oiseaux marins et, dans certains cas, d’êtres humains.Tous ces restes indiquent la présence de groupes nomades dédiés primairement à la récolte de fruits de mers et secondairement à la chasse et à la pêche. Ces endroits archéologiques ont gravement été abîmés par un raz de marée survenu en 1960.
Tous ces restes indiquent la présence de groupes nomades dédiés primairement à la récolte de fruits de mers et secondairement à la chasse et à la pêche. Ces endroits archéologiques ont gravement été abîmés par un raz de marée survenu en 1960.
Les chonos ont été les premiers habitants que l’on a connus à l’archipel. Leur nom désigne l’un ou plusieurs peuples nomades marins de petite taille qui habitaient depuis Chiloé jusqu’au Golfe de Penas et qui ont été apparemment liés à d’autres peuples canoteurs du sud, tels que les alacalufes ou les kawésqar.
Ils parcouraient la mer intérieure de Chiloé et traversaient le Golfe de Corcovado jusqu’aux archipels des Chonos et des Guaitecas dans des barques à trois planches appelées « dalcas » et s’établissaient temporairement dans des endroits protégés des vents qui pouvaient être reconnus par la présence de collines de coquillages. Ils se dédiaient à la récolte de fruits de mer et à la chasse de loups de mer. On croit que leur principal système de cuisson de la nourriture se faisant à travers de pierres réchauffées dans un trou couvert de feuilles de pangue serait à l’origine du « curanto », l’un des plats typiques de l’île. Ils s’habillaient avec des fourrures de loup et des manteaux tissés avec des poils de chiens.
Les chonos ont été déplacés vers le sud par l’arrivée d’un peuple sédentaire depuis le continent. Il s’agissait des Huilliches qui cherchaient de nouveaux endroits pour s’établir, possiblement à cause de la poussée des mapuches venant du nord. Les rapports entre les chonos et les huilliches n’ont pas toujours été pacifiques, mais vers le milieu du 16e siècle un métissage ethnique et culturel entre les deux groupes s’était déjà produit. C’est ainsi que les chonos ont commencé à pratiquer l’agriculture, surtout celle des pommes de terre, alors que les huilliches ont adopté des coutumes marinières des chonos, notamment celle de l’usage des dalcas (de petits bateaux). Par l’arrivée des espagnols, les chonos se sont déplacés vers des zones plus éloignées.
L’arrivée des conquérants espagnols en Amérique a eu lieu en 1492. En 1540 le navire d’Alonso de Camargo a atteint les côtes de Chiloé alors qu’il se déplaçait vers le Pérou. Des années plus tard, Pedro de Valdivia a organisé une expédition ayant pour but la récolte des données géographiques. Il a confié l’expédition au capitaine Francisco de Ulloa qui a atteint le Canal de Chacao en 1553 et a parcouru les îles de l’archipel. Il est considéré comme le premier européen ayant connu Chiloé.
Ruiz de Gamboa a jugé propice de fonder una ville sur le bord du fleuve que les indigènes appelaient Quilque (l’actuel fleuve Gamboa) et l’a nommé « Santiago de Castro » alors que l’île a été nommée « Nouvelle Galice », cependant ce nom ne s’est pas imposé et le terme aborigène « Chiloé » a prévalu. Après avoir envoyés des indigènes dans de missions et avoir établies les institutions pertinentes, Ruiz de Gamboa est rentré au Chili continental pour continuer à combattre dans la Guerre d’Arauco.
Pendant le 17e siècle les habitants de Castro ont constamment subi des attaques de la part des corsaires hollandais. Les habitants espagnols de l’île ont demandé à plusieurs reprises de quitter l’île à cause de la misère et de l’isolement dans lesquels ils affirmaient qu’ils vivaient, mais on ne leur a pas octroyé leur demande en raison de l’importance stratégique que l’île avait pour l’Espagne. En fait, Chiloé était communément appelé « La clé du Pacifique ».
Lors des premières années, les religieux de l’ordre de la Merced et les franciscains ont été en charge de l’évangélisation sur place. En 1608 les premiers jésuites sont arrivés et en 1612 ils ont fondé la première église à Castro pour évangéliser les indigènes. Ils ont continué à construire des paroisses tout au long de l’archipel ; la plupart des temps en se servant de l’usage du système indigène de travail appelé « minga » ; en fait, vers 1767 il y en avait 79 et maintenant on en peut trouver plus de 150. Après l’expulsion des jésuites en 1767 c’est l’Ordre Franciscain qui a pris l’assistance religieuse de l’archipel.
Déjà achevée l’indépendance du Chili, sous le gouvernement de Bernardo O’Higgins, Lord Cochrane, après avoir été assailli et la ville de Valdivia, prise (1820), s’est rendu à Chiloé et a assailli le Château de San Miguel de Agüi, mais il a été expulsé et battu et a dû rembarquer et rentrer au Chili. Cette première réussite militaire a encouragé le gouverneur de Chiloé, don Antonio Quintanilla, à organiser la défense de la province qui restait fidèle à la monarchie espagnole et qui est parvenu à battre une nouvelle expédition chilienne dirigée par le directeur suprême Ramón Freire dans la Bataille de Mocopulli le 1er avril de 1824. Deux ans plus tard le Chili a organisé une armée expéditionnaire ayant pour but l’annexion de Chiloé et, cette fois-là, après les batailles qui se sont déroulées dans les champs de Pudeto et Bellavista le 14 janvier 1826 et le retrait des troupes de Chiloé vers l’intérieur de la province, une trêve a été signée. Le Traité de Tantauco a été convenu et signé par les mandataires des deux armées sur le pont San Antonio.
Suite à l’indépendance du Chili, Chiloé a été bénéficié par l’ouverture du commerce et est devenu un centre d’approvisionnement des baleiniers étrangers. Depuis le milieu du 19e siècle et jusqu’au début du 20e siècle l’île a été la principal productrice de traverses en bois pour des chemins de fers sur tout le continent américain. À partir de ce moment, de nouveaux villages ont surgi pour se dédier à l’industrie. C’est ainsi que Quellón, Dalcahue, Chonchi et Quemchi ont vu le jour. Depuis 1895 des terres ont été accordées à des colons allemands, anglais, français et espagnols ainsi qu’à de grandes industries de production.
Avec l’essor de l’élevage, la zone intérieure des îles a commencé à être occupée car à l’époque il n’y avait que les côtes qui étaient peuplées. L’occupation des terres intérieures de l’île a été achevée avec la construction du chemin de fer reliant Ancud et Castro en 1912. Ce chemin de fer a été détruit par un grand tremblement de terre survenu en 1960.
Vers la fin du 20e siècle, de nouvelles entreprises d’aquaculture, telles que celles de l’industrie du saumon, ont apporté des bénéfices pour les habitants de l’île, comme la création d’emploi, mais aussi des problèmes tels que l’altération et la pollution des écosystèmes.
Un projet de construction d’un pont permettant de relier l’Île Grande et le territoire continental a été présenté en 1972 pour la première fois. Il a provoqué de grandes polémiques et n’a pas été concrétisé pour le moment.
HISTÓRIA DO CHILOÉ
A história de Chiloé começou com o aparecimento dos primeiros seres humanos no território de Chiloé, há mais de 5.000 anos.
Ao longo de toda a costa do lado leste da Ilha Grande havia o que em espanhol é chamado de conchales, que são depósitos de conchas de mexilhões feitos por humanos, acompanhados por ferramentas de rocha e vestígios de fogueiras. Ocasionalmente, encontram-se esqueletos de aves marinhas e, de vez em quando, esqueletos humanos também.
Todos esses traços demonstram a presença de grupos nômades dedicados especificamente à coleta de frutos do mar, pesca e, secundariamente, à caça. Estes sítios arqueológicos foram seriamente danificados pelo tsunami em 1960.
Os chonos são os primeiros habitantes conhecidos no arquipélago. O nome representa um ou vários grupos marinhos nômades de baixa estatura que viviam em Chiloé até as “Penas Golfo”, que parecem ter sido relacionados a outros canoeiros do sul, como os “alacalufes” ou “kawesqar”. Eles navegariam entre o oceano em torno de Chiloé e cruzariam o Corcovado Golfo até os arquipélagos dos Chonos e dos Guaitecas em barcos feitos de três tábuas conhecidas como “dalcas”. Evidências de “conchales” mostram que eles permaneceriam em certos pontos temporariamente para se protegerem dos ventos. Eles dedicaram seu trabalho à lembrança da caça de frutos do mar e leões marinhos.
Há uma hipótese que diz que a maneira como os “chonos” cozinhavam seus alimentos era através de pedras quentes em um todo coberto de folhas de “pangue”, que seriam as predecessoras do que hoje é conhecido como “curanto”. Eles se vestiam com peles de lobo e cobertores feitos de pêlo de cachorro.
Os “chonos” foram deslocados para o sul com a chegada de um grupo sedentário que veio do continente. Esse grupo era conhecido como os “Huiliches” que estavam procurando por um novo lugar para ficar possivelmente empurrado pelos “mapuches” que vinham do norte. A relação entre os “chonos” e os “huiliches” nem sempre foi pacífica, embora em meados do século XVI houvesse uma mistura étnica e cultural entre os dois grupos. Devido a essa mistura, os chonos começaram a praticar a agricultura incipiente, principalmente da batata, enquanto os “huiliches” adotavam trajes marinhos dos “chonos”, principalmente o uso das “dalcas”. Com a chegada dos espanhóis, os “chonos” deslocaram-se para áreas mais remotas.
A chegada dos conquistadores espanhóis à América aconteceu em 1492. Em 1950, o navio de Alonso de Camargo avistou as costas de Chiloé enquanto viajavam para o Peru. Anos depois, Pedro de Valdivia organizou uma expedição com o objetivo de recuperar informações geográficas. Ele nomeou o capitão Francisco de Ulloa como responsável pela expedição, que chegou ao Chacao Chanal em 1553 e percorreu as ilhas do arquipélago. Ele é considerado o primeiro europeu a conhecer Chiloé.
Em 1567 começa o processo de conquista da Ilha de Chiloé sob as ordens do governador Rodrigo de Quiroga. Aquele que foi designado para completar a tarefa foi seu genro, Martin Ruiz de Gamboa, que levou consigo 110 homens equipados para se instalarem nas novas terras. Eles cruzaram o Chacao Chanal em quatro dias usando “dalcas”, levando muitos dias porque eles não só tinham que cruzar com suas posses, mas também tinham que cruzar com seus cavalos.
Ruiz de Gamboa considerou apropriado fundar uma cidade além do rio que os nativos denominaram “Quilque” (atual Rio Gamboa) e ele batizou isto “Santiago de Castro”, enquanto a ilha foi nomeada “Nova Galiza”, entretanto este nome não prosperou e a linguagem “hiuliches” preservada mantendo o nome Chiloé. Depois de distribuir os indígenas e estabelecer as instituições necessárias, Ruiz de Gamboa voltou ao continente para continuar lutando na “Guerra Arauco”.
Durante o século XVII, os habitantes de Chiloé sofreram repetidos ataques de piratas holandeses. Os espanhóis pediram para despovoar a ilha devido à miséria e isolamento que os habitantes diziam viver, embora isso nunca tenha sido concedido devido à relevância estratégica que esse acordo teve para a Espanha; na verdade, Chiloé era conhecida como “A Chave para o Pacífico”.
Nos primeiros anos, os mercenários e franciscanos estavam encarregados da evangelização. Em 1608 chegaram os primeiros jesuítas, e em 1612 fundaram a primeira igreja em Castro para evangelizar os nativos, para depois continuarem a construir mais igrejas em todo o arquipélago, a maioria deles usando o sistema de trabalho nativo chamado “minga”; com efeito, em 1767 já havia 79 igrejas construídas e hoje você pode encontrar mais de 150. Após a expulsão dos jesuítas em 1767, a Ordem Franciscana assumiu a assistência religiosa da ilha.
Após a independência do Chile, sob o governo de Bernardo O’Higgins, Lorde Cochrane, após assaltar e tomar a cidade de Valdivia (1820), dirigiu-se para Chiloé e assaltou o Castelo de São Miguel de Agui, embora tenha sido rejeitado e derrotado. e teve que voltar para o Chile. Este primeiro sucesso militar motivou o governador de Chiloé, Dom Antonio Quintanilla a organizar tropas para defender a província, a qual manteve fiel à monarquia espanhola, com isto conseguiram derrotar outra expedição chilena, dirigida pelo Director Supremo Ramón Freire na batalha. de “Mocopulli” em 1 de abril de 1824. Dois anos depois, o Chile organizou um exército expedicionário com o objetivo de anexar Chiloé, e desta vez através das batalhas nas terras de Pudeto e Bellavista em 14 de janeiro de 1826 e a retirada das tropas de chiloen. uma trégua foi acordada. Finalmente, um tratado foi assinado, “Tratado de Tantauco”, pelos comissários de ambos os exércitos na ponte de San Antonio.


